Nace Juan Pablo II

El Venerable Juan Pablo II, Karol Józef Wojtyła (n. Wadowice, Polonia; 18 de mayo de 1920 - Ciudad del Vaticano; 2 de abril de 2005) fue el ducentésimo sexagésimo cuarto Papa de la Iglesia Católica y monarca soberano de la Ciudad del Vaticano de 1978 a 2005.



Anteriormente, había sido Obispo auxiliar (desde 1958) y Arzobispo de Cracovia (desde 1962). Papa número 264 de la Iglesia Católica. Fue el primer papa polaco en la historia, y uno de los pocos en los últimos siglos que no nacieron en Italia.

Su pontificado de 26 años ha sido el tercero más largo en la historia de la Iglesia Católica, después del de San Pedro (se cree que entre 34 y 37 años) y el de Pío IX (31 años).

En 1981, mientras saludaba a los fieles en la Plaza de San Pedro, Juan Pablo II sufrió un atentado contra su vida perpetrado por Mehmet Ali Agca, quien le disparó a escasa distancia desde la multitud. Meses después, fue perdonado públicamente.

Su salud se quebrantó en los primeros meses de 2005, cuando tuvo que ser hospitalizado por un síndrome de dificultad respiratoria. Se le realizó una traqueotomía a mediados de marzo. Hacia finales del mismo mes su estado se agravó y entre el 31 de marzo y el 1 de abril sufrió una septicemia por complicación de una infección de vías urinarias.

Falleció el 2 de abril de 2005 a las 21:37 horas (hora de Italia). Pocos minutos después Monseñor Leonardo Sandri anunció la noticia a las personas congregadas en la Plaza de San Pedro y al mundo entero. Los días después de su muerte, algunos periódicos publicaron que su última palabra fue "Amén" sin embargo el Vaticano desmintió esta versión y afirmó que las últimas palabras fueron "Déjenme ir a la casa de mi padre". La muerte fue comprobada por el Cardenal Camarlengo Eduardo Martínez Somalo. El Camarlengo comunicó la muerte al Cardenal Camillo Ruini, como "Vicario para la Urbe" y el Cardenal Decano del Colegio Cardenalicio, Joseph Ratzinger, informó oficialmente a todos los Cardenales convocándoles al Cónclave, al declararse la Sede Vacante.

En los últimos días de su vida y tras su muerte, son muchos los logros de este Papa que se han destacado. Respecto de la política mundial, poco antes de su muerte, la BBC comentó, refiriendo una significativa toma de postura de Mijail Gorbachov: "El Papa -le dijo Gorbachov entonces a su esposa Raisa- es la autoridad moral más importante del mundo y es eslavo". El entendimiento entre ambas personalidades sin duda facilitó el camino hacia la democracia en el bloque oriental". En palabras del General Wojciech Jaruzelski, último mandatario en la Polonia comunista, la visita de Juan Pablo II a Polonia en 1979, fue el "detonador" de los cambios. Con ocasión de su fallecimiento, el Presidente del Parlamento Europeo, el socialista Josep Borrell, escribía: "Me inclino con respeto ante la memoria de esa gran personalidad que ha marcado de forma determinante la historia del último cuarto de siglo. (...) Imponía el respeto por la claridad de sus opiniones y por la sinceridad de sus continuos esfuerzos en favor de la justicia, la paz y el respeto de la dignidad y de los derechos humanos. Nadie olvidará sus gestos de apertura y diálogo dirigidos a los representantes de las demás religiones, particularmente durante los encuentros de Asís. La historia recordará el determinante empeño de Juan Pablo II en la reconducción de los Estados de Europa Central y Oriental hacia la democracia y la libertad. Recordará, asimismo, su actividad, a menudo discreta pero decidida, en favor del diálogo entre los pueblos y los Estados en conflicto y por la reanudación de las negociaciones entre los Estados de Oriente Próximo". El Canciller alemán, Gerhard Schröder, declaraba que el Papa había «influido en la integración pacífica de Europa de muchas formas. Por sus esfuerzos y por su impresionante personalidad, ha cambiado nuestro mundo».

Se destaca también su empeño en pro de los derechos humanos: "Su empeño como Pontífice fue no sólo el difundir el Evangelio, sino el transformar el Papado romano en el portavoz de los derechos humanos" - indica un artículo de la CNN citando a Marco Politi, autor del libro "His Holiness".

El balance de su vida, desde un punto de vista religioso y personal, lo trazó el entonces Cardenal Ratzinger -luego Benedicto XVI- en el funeral por Juan Pablo II: "«Sígueme», dice el Señor resucitado a Pedro, como su última palabra a este discípulo elegido para apacentar a sus ovejas. «Sígueme», esta palabra lapidaria de Cristo puede considerarse la llave para comprender el mensaje que viene de la vida de nuestro llorado y amado Papa Juan Pablo II.

Gianfranco Kucharski

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