La propuesta ciudadana de erigir una estatua en honor del presidente Lech Kaczynski, fallecido el pasado mes de abril en el accidente aéreo de Smolensk (Rusia), divide a los habitantes de Varsovia, como sucedió cuando se decidió enterrarle en el Castillo de Wawel, panteón de los héroes de Polonia.
Más de 2.000 ciudadanos han firmado ya la petición para que la capital polaca levante un monumento en recuerdo de su antiguo alcalde y presidente del país, según informa hoy la radio pública polaca.
"No ha habido un hombre de Estado en la historia reciente de Polonia que merezca este honor más que Lech Kaczynski", dice el texto que apoya la propuesta, dirigida a las autoridades varsovianas.
Frente a los incondicionales de Lech Kaczynski son muchos los polacos que ponen el grito en el cielo con esta petición, al considerar que el líder conservador fue "dañino" para Varsovia durante su etapa como alcalde, un periodo en el que, por ejemplo, prohibió la celebración de la "Marcha por la Igualdad", el desfile anual que organizan gays y lesbianas de la ciudad.



La actual alcaldesa de Varsovia, Hanna Gronkiewicz-Waltz, miembro del partido liberal Plataforma Ciudadana, no parece dispuesta a conceder semejante honor al dirigente conservador, y su equipo baraja vías alternativas como bautizar con su nombre al museo del Levantamiento de Varsovia, construido por iniciativa de Kaczynski durante su periodo al frente de la alcaldía de la capital polaca.
Lech Kaczynski fue uno de los 96 fallecidos en la tragedia de Smolensk, cuando el avión presidencial polaco se estrelló al intentar tomar tierra en el aeródromo de esta localidad.
Como consecuencia de su muerte, el país se vio obligado a convocar elecciones anticipadas, que tendrán lugar el próximo 20 de junio.
El hermano gemelo de Lech, Jaroslaw Kaczynski, es el candidato conservador en estos comicios, en los que por ahora los sondeos dan como ganador al aspirante liberal, Bronislaw Komorowski, actual jefe de Estado en funciones.